La Biblia

La Biblia



Si quieres un amigo fiel, en el cual confiar,

siempre te espera pacientemente, nunca te grita,

te reclama o te llama con molesta insistencia.

Con el que aprendes, te consuela, te enseña,

nunca te deja olvidado o se va sin decirte nada,

aunque no lo vuelvas a mirar en mucho tiempo,

aunque pasen muchos años sin saber dónde está,

no importa; porque siempre que lo necesites

lo encontraras en el mismo lugar donde lo dejaste.

Puedes abrirlo y encontrar las más hermosas palabras

escritas para ti, llenas de revelación y sabiduría

ese amigo fiel se llama Biblia

y se ha conservado durante siglos para todos.


Farewell de Pablo Neruda

Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.
Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron tus palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
(Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.)
Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy
Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.