La canastica azul


La canastica azul




Delgada, con un aspecto de pobreza digna, tristeza en su mirada que escondía de las personas que le hablaban y muy silenciosa caminaba por la calle. Se dirigía a comprar las cosas del parco almuerzo que disfrutaban diariamente, soñando de una forma simple, pensamientos de cosas que desearía tener e imposibles para ella, la distraían mientras caminaba a lo largo de la calle sin pavimentar.

Cuando pasaba por la casa de una vecina donde había una niña jugando con sus muñecas y juego de té, disminuía el paso y caminaba muy lentamente hasta que sobrepasaba la vivienda. Le gustaba mirar con el rabillo del ojo a la niña jugar y pensando que nadie se daría cuenta.

Nunca había tenido un juguete, nunca le habían comprado una muñeca, nunca había jugado con otros niños y siempre anhelaba tener, aunque fuera un solo juguete.

Debía cruzar un descampado antes de llegar al lugar donde estaba la tienda de abarrotes. Hacia la roña, pensando en el viejo tendero que se demoraba para entregarle las cosas y finalmente al darle los centavos de vuelto que quedaban, le agarraba firmemente la mano para ver si ella dejaba que él la tocara.  Rápidamente los agarraba, se soltaba con brusquedad y salía casi que corriendo del lugar.

Como siempre salió apresuradamente con la bolsa de compra en una mano y el vuelto en otra. Comenzaba a cruzar el descampado y en su prisa tropezó con una piedra, cayendo en la tierra, se iba a levantar sacudiendo su ropa; cuando la vio.  Al lado de los matojos estaba una canastica de color azul, completica, nueva y como puesta en el suelo esperándola a ella.

Se quedo mirándola indecisa y comenzó a sonreír, se levantó y corrió hacia ella, tomando la canastica azul, mirándola bien, reparando su tejido plástico y sus asitas decoradas con el mismo plástico de que estaba hecha. Sintió que tenia un tesoro, la alegría le cambio la cara y no dejaba de admirar la canastica azul, metió las monedas del vuelto en ella y alegremente regreso a su casa.

Durante todo el camino la movía suavemente mirándola, sintiendo la felicidad del juguete encontrado.

Apenas cruzo el umbral de la puerta, su madre le grito: 

—¿Que traes hay? ¿De donde carajos sacaste eso? Lo robaste o alguien te lo dio.
Miro a su madre con temor, pero al mismo tiempo sintió una gran indignación. Muy despacio termino de entrar y le dijo donde la había encontrado.

—Ahora mismo vas y la devuelves al lugar que la encontraste y como vuelvas a traer alguna cosa a está casa que yo no te haya dado, vas a ver lo que te sucede.
Lilie sintió una tenaza en el corazón y muy bajito, pero audiblemente le dijo:

—Mamá no es de nadie, estaba en el descampado y yo no tengo ningún juguete.

—Mira asquerosa niña, no tienes porque no tengo para comprarte juguetes, pero tampoco eres una pordiosera para recoger las cosas que encuentras, ya te dije ¿a qué esperas?

Lentamente se devolvió y cuando llegaba al descampado a devolver la canastica, sentía las lagrimas calientes que comenzaron a salir incontenibles de sus ojos. Se agacho y con mucho cuidado, la coloco escondida detrás de unos matorrales y se devolvió lentamente para su casa. 


Martha Luz Herrera A.



"Los niños merecen tener juguetes, son elementos necesarios en la vida de todo niño para una mejor formación y disfrute. En ocasiones acontece como en el cuento; niños que no tienen nunca ninguna clase de juguete, es muy triste que esto suceda y este cuento tiene un trasfondo de realidad.
Una amiga me contó una experiencia parecida en su vida de niña sin recursos. Me gusto tanto debido a que me hacia recordar unas navidades en las que mi madre con los regalos que nos dio, venia una canastica entretejida de metal, que fue causa de alegría y distracción de muchos días. La finca a la orilla de la playa en la que vivíamos en esos momentos, debido a la humedad costera era criadero de ranas y nuestra diversión era jugar con las pequeñitas, haciéndoles casita dentro de dicha canasta. A medida que crecía mis juguetes favoritos eran los libros, me encantaba leer en todos los momentos libres que tenia y me olvidaba de los juegos y las amigas.
Nuestras mejores e imborrables experiencias en la niñez, son los juguetes. Ayudan a los niños a acrecentar su imaginación y especialmente a desarrollar la creatividad, enseñar a un niño a leer con comprensión de lectura desde pequeño o a dibujar es también una excelente estrategia para muchas otras cosas, como por ejemplo: formar valores"