A una sobrina


Si ríes no importa, pero si lloras es importante para mí

tu ternura, tu curiosidad, tus ganas de complacer para llamar la atención

tu pequeña y hermosa figura caminando rápidamente a mi lado

ansiosa y contenta, dejando las cosas para el futuro.

Llena de sueños a medio alcanzar, risueña e inocentemente feliz

estas en mi pensamiento guardada como un libro

en un estante bajo para recordar los momentos felices

los ratos de alegría y sencillos paseos con el frio de las tardes.

Alegres con la cercanía de las navidades y el cercano viaje

tuvimos el tiempo suficiente para conocernos y amarnos

para que nuestros sentimientos se encontraran y las emociones nos tocaran

te amo mi pequeña niña, no olvido tu sonrisa

cuando te veo en las fotografías y detallo el paso del tiempo en tu vida

me lleno de alegría y siento que llegara el día de un nuevo encuentro.



No la he sentido en mi casa y en mi familia, pero si recuerdo exactamente como era hace unos años y lo buena niña que era y debe ser. Un abrazo fuerte de su tía que la ama mucho. 

Si vuelves a visitar esta ciudad descuidada y llena de papeles volando por todos lados, encuentras un policía que pasa y cree que estas enferma o te pasa alguna otra cosa, pregúntale porque esta ciudad está tan llena de mugre y papeles volando por todos lados.

"Un día iba caminando por la avenida Olaya Herrera, venía un poco triste mirando el parque Tomás Suri Salcedo. Los papeles y el polvo de la brisa, no me daban ganas de muchas cosas. Un policía pasó por mi lado y le pregunte ¿Porque esta ciudad siempre estaba tan sucia? Ya no recuerdo que me contesto, pero si recuerdo otras muchas cosas."

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